martes, 8 de abril de 2014

la juventud y la adolescencia no son sino exceso de ignorancia


HOLA, YA saben que me encuentro con algo interesante en internet y se los comparto,

me encanto el titulo, pero mas me van a gustar sus comentarios


“Tenía 12 años cuando mi primo de 15 me invitó a su casa a ver pornografía. ¿Qué te puedo decir? Aquella experiencia fue increíble porque descubrí la belleza del cuerpo de una mujer y créeme, después de ver tanta hermosura, no se puede parar. Al menos yo no he podido hacerlo, ya son casi veinte años de consumirla. Para mi es habitual verla hasta en el trabajo”, menciona Raúl con una sonrisa cínica.


Aunque la pornografía está prohibida para el consumo de los adolescentes, la realidad es que muchos son compradores ocasionales cuando su primer contacto con ella es alentado por un familiar o encuentran sin querer una revista o un DVD en casa.


En este escenario, los jóvenes tienen dos caminos: el primero es ver el material y después de un tiempo de consumo moderado, dejarlo porque no va acorde con sus ideales o consumirlo de manera frecuente por años hasta volverse adicto, en el caso más extremo.


Sin embargo, ante ambas opciones es necesario evaluar lo que este tipo de materiales pueden generar en los adolescentes al no mostrar una sexualidad real, como menciona el psicólogo Neil Malamuth de la Universidad de California.


Esto sucede porque los jóvenes todavía están muy lejos de estar formados intelectualmente y carecen de la capacidad crítica necesaria para evaluar adecuadamente ese tipo de contenido sexual. Por lo tanto, al ver pornografía no son capaces de discernir la realidad de la ficción.


Con el paso del tiempo, esto tiene graves consecuencias sobre su propia sexualidad e incluso puede provocarles complejos, disfunciones o insatisfacción sexual, como explica la psicóloga Miranda Horvath.

No sólo eso, el neurocientífico estadounidense, Ogi Ogas afirma que además de desvirtuar la realidad sexual a través de escenas violentas que evitan el componente emocional, también muestran una relación de sometimiento del hombre hacia la mujer, que puede llegar a influir en la percepción de los jóvenes sobre los roles sexuales.


Los chicos también consumen pornografía como una guía visual de educación sexual, dado que no tienen la suficiente confianza en preguntarles a sus padres sobre este tema porque aún lo ven como un tabú, causando que este sea el único medio que los oriente al momento de tener relaciones sexuales.

Además, con “la hormona a flor de piel” y al escuchar las pláticas de sus amigos que ya experimentaron sus primeros encuentros sexuales, se sienten obligados a probar aunque su educación sexual sea escasa; no les importan las consecuencias porque “la juventud y la adolescencia no son sino exceso de ignorancia”, como decía el poeta francés Villon François.

2 comentarios:

  1. A mi cuando estaba mas chico como de 12 años me decían que el porno estaba en los ojos de quien lo quería ver así
    y pues yo digo que es eso es muy cierto pero pues ahora depende de cada uno en si el porno puede ser tomada como educación sexual pero a ca ojos lo que quieran ver
    y solo maestro si sube algo que las palabras contrasten y no se pierdan en el fondo del texto por favor

    ResponderBorrar
  2. PSSSSSSSSSSSSSS JAJAJA COCOCOCOMBO BREAKER!!!!!!!!!

    ResponderBorrar